Los nuevos retos éticos que presenta la edición genética para la medicina

Los avances en ingeniería genética en los últimos años se suceden a una velocidad de vértigo. Sobre todo, tras desarrollo del CRISPR, una técnica barata, rápida y eficaz que permite la fácil edición del ADN y que ha supuesto un verdadero punto de inflexión en la biomedicina.

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Pero ante los nuevos caminos que se abren con todos estos nuevos descubrimientos se plantea la necesidad de abrir un debate ético sobre hacia donde nos dirigimos.

Los retos que plantea la edición genética no son algo nuevo para la medicina. Sin embargo, la explosión producida en este campo en los últimos años plantea la necesidad de un nuevo abordaje. Definir nuevos límites de lo que se considera ético y moral es una necesidad y un debate que no es exclusivo de los investigadores, sino que su amplio calado ha hecho que trascienda hasta la población general. Fruto de este interés, la Fundación Víctor Grífols i Lucas ha organizado en Barcelona una conferencia en la que se planteaba si era necesario imponer límites a la edición genética.

Salvador Macip, médico e investigador, profesor del departamento de biología molecular y celular de la Universidad de Leicester y una de las voces más autorizadas en esta materia explicó en qué situación se encuentra actualmente la investigación científica y cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la biomedicina en los próximos años.

Macip apuntó que las posibilidades de la edición genética son innumerables. Su potencial para el tratamiento de enfermedades genéticas es indudable. Pero, existen otras posibilidades, como la de ofrecer vidas más largas y saludables. Sin embargo, también avisó de los riesgos que vienen a ella asociadas y que, en un primer momento, pudieron ser pasados por alto. La selección de embriones a la carta y la homogeneización de la raza humana son algunas de las principales preocupaciones que hay instaladas entre la población. Tampoco hay que descartar posibles efectos secundarios o no deseados de esta edición genética. “Aún falta mucha investigación en este sentido”.

El CRISPR es una técnica revolucionaria que ha cambiado la forma de trabajar en todos los laboratorios del mundo. Básicamente se trata de unas tijeras moleculares, que siguiendo la guía del ARN permite a los investigadores seleccionar y cortar las partes que consideren oportunas del ADN. Pero no solo eso, sino que las últimas aplicaciones están permitiendo también la inserción de nuevas cadenas o su modificación. Aunque existen otras técnicas de edición genética, ninguna de ellas es tan fácil, barata y rápida de utilizar. Pero, sobre todo, ninguna ha demostrado adaptarse tan bien como el CRISPR para funcionar en células humanas.

Tratamiento del cáncer

Las barreras de desarrollo tecnológico que todavía no ha logrado superar el CRISPR hacen que las primeras aplicaciones en tratamientos estén enfocadas a técnicas ex vivo. Esto hace que una de las primeras aplicaciones que se busque sea en el campo de la inmunoterapia contra el cáncer. “Del paciente se extraen células de su sistema inmunitario, se editan genéticamente para hacerlas más combativas y luego se vuelven a introducir para ver si atacan a los tumores. Por el momento este es el camino que se está siguiendo, pues resultaría muy complicado y temerario introducir dentro del cuerpo unas tijeras genéticas por los efectos secundarios que podría producir”.

La utilización del CRISPR en los laboratorios de investigación es ya una realidad. Sin embargo, su aplicación en tratamientos todavía está dando sus primeros pasos. La rápida evolución y desarrollo de la técnica permite vislumbrar muchas posibles aplicaciones, pero todavía es necesario un tiempo para llegar a ellas. “Tras entender cómo funciona el ADN y luego de aprender a leerlo, ahora estamos empezando en una nueva fase en la que se empieza a interpretarlo y modificarlo. Se están dando los primeros pasos en la manipulación de embriones y hemos de decidir, como sociedad, hasta donde estamos dispuestos a llegar, si nos limitaremos sólo a temas curativos o si permitiremos también mejorar personas y especies”.

Fuente: Diario Médico