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T4 TOTAL

Sinonimia: tiroxina total

Método: RIA, Quimioluminiscencia, ELISA, FPIA.

Muestra: suero

Valores de referencia:
4,5-12,5 ug/dl (RIA)
4,5-10,9 ug/dl (IQMA: ACS 180)

Vida media: 7 días

Significado clínico:
Las hormonas tiroideas, triiodotironina y tiroxina son secretadas por la glándula tiroides luego del estímulo de la TSH, que ejerce su acción promoviendo la transcripción de los genes de la tiroglobulina y la tiroperoxidasa por interacción con su receptor. Esta secreción está regulada por feed back negativo dependiente de la concentración de T4 y en menor de T3 en sangre.
La biosíntesis de hormonas tiroideas tiene lugar en la matriz proteica de una glicoproteína de gran tamaño (tiroglobulina). La T4 se forma en el seno de esta proteína específica de la tiroides, tras un acoplamiento de sus precursores MIT (monoiodotironinas) y DIT (diiodotironinas).
El 0,04% de la T4 circula libre, un 70-75% unido a la globulina ligadora de hormonas tiroideas (TBG), un 5-10% unido a la albúmina y un 15-20% unido a la transtirretina o prealbúmina fijadora de tiroxina (TBPA).
La forma libre es la biológicamente activa.
La T4 no atraviesa la placenta en concentraciones fisiológicas.
Dentro de la célula la T4 es una prohormona y la T3 la estructura activa de la hormona; se convierte en T3 (triiodotironina) por la 5’ desyodasa.
Aproximadamente 10 ug de T3 y 100 ug de T4 son liberados a circulación diariamente y 25 ug de T3 son producidos diariamente por la conversión de T4 a T3 en tejido periférico.
La actividad biológica de la T3 es de 6-8 veces la de T4.
Sólo el 20% de la T3 circulante es secretado directamente por la tiroides, mientras que el resto (80%) procede de la transformación periférica (fundamentalmente hígado y riñón) de T4 en T3 por la acción enzimática de una 5´deiodinasa. Por otra parte la T4 es capaz de transformarse en T3 reversa biológicamente inactiva, por desiodación. Esta vía de deshalogenaciones explica la metabolización del 80% de la hormona tiroidea circulante. El 20 % restante sigue el camino de menor importancia formando derivados acéticos (TRIAC, TETRAC) y propiónicos, que se eliminan principalmente por orina. La rápida eliminación de T3 y T3 reversa se debe a la menor afinidad de fijación por las proteínas de transporte.
Aunque la T4 es cuantitativamente la hormona tiroidea predominante, la mayoría de las acciones biológicas parecen ser debidas a T3. En el feto TSH, T3 y T4 son detectables desde la 10 semana de gestación. Debido a que hay muy baja actividad de la T4 deiodinasa, la conversión de T4 en T3 es mínima y las concentraciones de T3 en sangre de cordón son extremadamente bajas. Durante el período neonatal puede presentarse un hipotiroidismo transitorio.

Funciones de las hormonas tiroideas:

  • Disminuyen la concentración de superóxido dismutasa, lo cual origina aumento del radical libre superóxido.
  • Poseen efectos inotrópicos y cronotrópicos positivos en el corazón. Aumento del débito cardíaco y gran aumento en la frecuencia cardíaca.
  • Aumentan la sensibilidad a las catecolaminas.
  • Mantienen los flujos hipóxicos e hipercápnicos normales en el centro respiratorio.
  • Estimulan la motilidad intestinal.
  • Estimulan la resorción ósea y en menor grado la formación ósea.
  • Estimulan la síntesis de proteínas estructurales.
  • Aumentan la síntesis y degradación del colesterol. Aumento del número de receptores hepáticos de LDL.
  • Actúan en el desarrollo neuronal y esquelético fetal.
  • Aumentan los receptores beta adrenérgicos miocárdicos.
  • Estimulan la eritropoyesis.
  • Estimulan el metabolismo.
  • Estimulan el aclaramiento farmacológico.
  • Aumentan la velocidad de miorrelajación.

La relación T3/T4 puede variar en condiciones patológicas tiroideas o bien en función de variaciones en las necesidades metabólicas periféricas en el curso de patologías extratiroideas. La principal adaptación a una ingesta baja de yodo es la síntesis preferencial de T3 en vez de T4, lo cual aumenta la efectividad metabólica de la hormona secretada. Por otro lado el exceso de yodo inhibe muchas funciones tiroideas. La capacidad de la tiroides normal para “escaparse” de estos efectos inhibidores (efecto de Wolf-Chaicoff) permite que la glándula continúe la secreción de hormonas a pesar de una alta ingesta de yodo en la dieta.
El hipotiroidismo primario se debe a una enfermedad intrínseca de la tiroides y se caracteriza por presentar niveles bajos de hormonas tiroideas con concentraciones elevadas de TSH. Constituye el 98% de los casos de hipofunción tiroidea. El resto de los hipotiroidismos se originan por una deficiencia de TSH (hipotiroidismo central) de causa hipofisaria (hipotiroidismo secundario) o hipotalámica (hipotiroidismo terciario), o por resistencia generalizada a la acción de las hormonas tiroideas.
La causa más común de hipotiroidismo a nivel mundial es la deficiencia de yodo. Si el aporte de yodo es adecuado, las etiologías más frecuentes son la tiroiditis crónica autoinmune y el tratamiento previo con 131I y/o con cirugía.
El hipertiroidismo puede deberse a: enfermedad autoinmune (enfermedad de Graves) , adenoma tóxico (enfermedad de Plummer), bocio tóxico multinodular , teratoma ovárico (puede contener tejido tiroideo hiperactivo), síndrome de secreción inadecuada de TSH (adenoma hipofisario secretor de TSH o resistencia hipofisaria a T3 y T4 ), etc.
La TSH estimula más la síntesis de T3 que de T4. De este modo, en situación de hipofunción tiroidea la secreción de T3 desciende menos que la de T4 y la contribución de la tiroides a la totalidad de la producción de T3 aumenta. Otro mecanismo que minimiza las consecuencias del hipotiroidismo consiste en el incremento de la conversión de T4 a T3 en los tejidos extratiroideos
Para el diagnóstico de hipotiroidismo primario, la determinación de T3 es menos fiable que la de TSH y T4 libre debido a que también desciende en individuos ancianos sanos y en pacientes con enfermedades no tiroideas y puede ser normal hasta en un 20-30 % de los hipotiroideos (por aumento relativo de la síntesis tiroidea de T3 inducida por TSH y mayor conversión periférica de T4 en T3).

Utilidad clínica:

  • Diagnóstico de disfunción tiroidea.
  • Evaluación de la función tiroidea.
  • Monitoreo del tratamiento con L tiroxina: en casos de hipotiroidismo central serán los niveles séricos de T4 la única herramienta disponible para optimizar el tratamiento. Deberán situarse en la mitad superior del intervalo de referencia.

Variables preanalíticas:

Aumentado:
Embarazo (por aumento de TBG).

Disminuido:
Dieta pobre en yodo, ayuno.

Variables por enfermedad:

Aumentado:
Aumento de la concentración de TBPA, hipertiroxinemia disalbuminémica familiar, hepatitis crónica activa ( por aumento de TBG), resistencia a hormonas tiroideas (junto a valores normales de TSH), adenoma productor de TSH, resistencia central a hormonas tiroideas (junto con valores altos de TSH), miastenia gravis, mola hidatiforme, porfiria intermitente aguda, tirotoxicosis facticia, hepatitis aguda (por aumento de la portación por TBG), obesidad.

Disminuido:
Hipoalbuminemia, enfermedad grave, TBG baja, enfermedad celíaca, malnutrición, enteropatía perdedora de proteínas, síndrome nefrótico, insuficiencia renal crónica, enfermedad hepática crónica, panhipopituitarismo, ejercicio extremo, pérdida gastrointestinal de proteínas.

Variables por drogas:

Aumentado:
D-tiroxina, estrógenos, opiáceos, amiodarona, medios de contraste.

Disminuido:
Ioduro, nitroprusiato de sodio, andrógenos, salicilatos, fenclofenac, fenilbutazona, carbamacepina, fenobarbital, rifampicina, litio, piramidona.


Bibliografía:

1. Greenspan F.S y Baxter J.D. Endocrinologia básica y clínica.1995, editorial El Manual Moderno.
2. L. García Doncel, F. Guerrero Sánchez, J. Ortego Rojo, Hipotiroidismo. Revista Medicine. Jueves 1 de junio 2000.Volumen 08-Numero 18 p. 947-955
3. Abraham Guitelman, Sergio Mario Aspiz. Exploración funcional endocrina. Librería Akadia Editorial .1992