VER INDICACIONES PARA TOMA DE MUESTRA

PARASITOLOGÍA

Muestra:
a) Materia fecal- Escobillado anal Ver indicaciones para la toma de muestra de parasitologico niños y adultos y test de Graham
b) Orina
c) Sangre
d) Raspados de piel
e) Líquido cefalorraquídeo
f) Especímenes respiratorios
g) Otros (lentes de contacto, estuches, soluciones de lavado)

Método: Observación macro y microscópica de la muestra previo enriquecimiento: en fresco y utilizando tinciones.

Utilidad clínica:
El diagnóstico y el monitoreo del tratamiento de las enfermedades producidas por parásitos se establece por el hallazgo de huevos, quistes, larvas o parásitos adultos y/o por la respuesta inmune a ellos.

  • El tipo de muestra recogida dependerá de la especie y forma del parásito buscado.
  • En infecciones intestinales por helmintos deberán buscarse los huevos en la materia fecal.
  • Las infecciones por protozoos se diagnostican hallando trofozoítos o quistes en las heces.
  • Hay helmintos que eliminan huevos en forma intermitente. Debido a esto se realiza una recolección seriada de la muestra.
  • A veces algunos protozoarios pueden pasar inadvertidos si no se realiza una tinción permanente.

Parásitos hallados en sangre:

Plasmodium spp: Este género causa Malaria (Paludismo). Está formado por 4 especies que infectan al hombre: P. vivax, P. falciparum; P.ovale y P. malariae. Ingresan en el hombre por la picadura del mosquito Anofeles hembra.
Debido al aumento de los viajes hacia distintas regiones del mundo, debe tenerse en cuenta su investigación en pacientes que presenten fiebre de orígen desconocido y hayan viajado recientemente.
Debe buscarse en drogadictos y transfundidos.

Diagnóstico: obtener muestras de sangre tomadas cada 6-8 horas durante tres días, para realizar el examen directo, previa coloración con Giemsa.
También hay pruebas serológicas que se utilizan en estudios epidemiológicos: IFI y Hemaglutinación indirecta. Actualmente hay técnicas de ELISA, hibridización y amplificación del DNA utilizando la técnica de PCR.
Datos de laboratorio: generalmente hay una anemia debida a la hemólisis, P. falciparum causa disminución importante del hematocrito, la hemoglobina y la haptoglobina, aumentado la LDH y los reticulocitos. Frecuentemente hay trombocitopenia. Pueden ocurrir también trastornos renales con hemoglobinuria y proteinuria.

Toxoplasma gondii: La toxoplasmosis se contrae comiendo carne mal cocida o por contacto con elementos contaminados con deyecciones de gatos.
Puede atravesar la barrera placentaria produciendo infecciones congénitas graves, por eso es importante el control en la mujer embarazada. La toxoplasmosis congénita es causa de ceguera, retraso psicomotor y trastornos convulsivos.
Los pacientes inmunosuprimidos pueden tener Toxoplasmosis grave, la cual se presenta con manifestaciones del sistema nervioso central, miocarditis, o neumonitis.

El diagnóstico: Se realiza generalmente por reacciones serológicas. Ver Toxoplasma Anticuerpos y Antigeno.

Trypanosoma cruzi: Este flagelado causa la Tripanosomiasis Americana o Enfermedad de Chagas. Es transmitida por un vector Triatoma infestan (vinchuca), en cuyas deyecciones se encuentra el parásito que penetra por inoculación en el hombre (al rascarse la piel).
El Chagas puede ser agudo o crónico. El primero es más frecuente en los recién nacidos, que adquieren la infección intrauterinamente.
También se transmite esta enfermedad por medio de transfusiones de sangre, a través de accidentes de laboratorio, por vía congénita produciéndose una alta mortalidad fetal y severos trastornos en los bebés que sobreviven.

El diagnóstico en la etapa aguda se puede realizar por la demostración del parásito en muestras de sangre observando la movilidad de los mismos o también visualizándolo en frotis teñidos con Giemsa, utilizando métodos directos como gota gruesa, gota fresca, microhematocrito o método de Strout. También se puede determinar Ig M en suero.

El estudio serológico se usa principalmente en la etapa crónica.

Trypanosoma brucei: Es causante de la Tripanosomiasis Africana que puede afectar tanto a los animales como al hombre. Es transmitida por un vector la mosca tse-tse. Una de las enfermedades es la del sueño que afecta al sistema nervioso central.

El diagnóstico: se realiza buscando los parásitos en las muestras de sangre. También se detecta un aumento de IgM en suero y en LCR donde se observa pleocitosis.

Leishmania donovani y L. chagasi: Causan la Leishmaniasis visceral o Kala-azar. Puede afectar el sistema reticuloendotelial del bazo, hígado, médula ósea y ganglios linfáticos.
Clínicamente la Leishmaniasis se divide en síndromes viscerales y cutáneos. La Leishmaniasis visceral es una infección oportunista en pacientes HIV positivos, en trasplantados y en pacientes con compromiso de la inmunidad mediada por células.
En Latinoamérica la L. chagasi produce enfermedad principalmente en los niños.

Diagnóstico: se realiza por biopsia de los tejidos afectados, en los cuales se visualiza el flagelado.
La muestra debe tomarse del borde de la lesión porque allí se encuentra el parásito. Se realizan coloraciones, inmunomarcación y técnica de PCR.
Otras muestras que se utilizan son: la aspiración de médula ósea (la positividad 54 al 83%), la punción esplénica (96 a 98% positividad). En casos de adenopatías la aspiración o la biopsia del ganglio linfático son útiles.
También puede identificarse al parásito en frotis de la capa leucocitaria teñidos con Wright-Giemsa o en biopsia de diferentes órganos, siendo esto útil en pacientes HIV positivos en los cuales se ha hallado el parásito en diferentes sitios como: líquido del lavado broncoalveolar, derrames pleurales, biopsias de orofaringe, estómago o intestino. También puede cultivarse médula ósea, hígado, bazo, ganglios linfáticos y sangre.

L.braziliensis: es productora de la Leishmaniasis mucocutánea.

Diagnóstico se realiza mediante el hallazgo del parásito en cortes histológicos o en biopsias obtenidas del borde de la lesión.
En estudios epidemiológicos o algunas veces para colaborar con el diagnóstico se utiliza serología: ELISA aglutinación directa y análisis de inmunoblot. Puede haber reacciones cruzadas en pacientes con Chagas, paludismo, esquistosomiasis, leishmaniasis cutánea y lepra.

Amebas del sistema nervioso central

Naegleria fowleri: Es la causa de la meningoencefalitis amebiana primaria. Afecta a niños y a adultos jóvenes que han estado nadando en el agua de ríos, lagos o en piletas donde la cloración del agua no es adecuada.
La puerta de entrada es por vía nasal, pasando luego al encéfalo.

El diagnóstico se realiza en el LCR en el cual se hallan: trofozoítos (no se hallan quistes en los tejidos), pleocitosis, aumento de proteínas y disminución de la glucosa.

Acantamoeba spp: Se encuentra en el suelo, en el agua y en el aire.
Causa la encefalitis amebiana granulomatosa que afecta con más frecuencia a los pacientes inmunosuprimidos (SIDA, enfermedad hepática, diabetes mellitus, transplantados renales).
También pueden producir infecciones oculares y pulmonares. Ver bioquímica oftalmológica
En usuarios de lentes de contacto blandas y con pequeños traumatismos puede producir queratitis subaguda o crónica. Contamina soluciones salinas de lavado y los estuches de las lentes de contacto.

El diagnóstico se realiza buscando el parásito en los diferentes especímenes. En el LCR se pueden hallar quistes y trofozoítos.

Protozoos intestinales:

AMEBAS FLAGELADOS CILIADOS COCCIDIOS
Entamoeba histolytica
Entamoeba coli
Endolimax nana
Iodamoeba butsihilii
Giardia lamblia
Dientamoeba fragilis
Chilomastix mesnili
Balantidium coli Isospora belli
Cryptosporidium spp

Amebas:

Los tres géneros de amebas intestinales son: Entamoeba, Iodamoeba y Endolimax.
Dentro del género Entamoeba se encuentran: E. histolytica (agente etiológico de la amebiasis), E. dispar, E. coli, E. hartmanni, E. polencki (personas que están en contacto con ganado porcino), E. gingivalis (en la boca de personas con inadecuada higiene bucal).
Los quistes y trofozoítos se eliminan por la materia fecal.

E. histolytica: Es causante de disentería amebiana, colitis amebiana y abscesos hepáticos.
Se puede presentar con diarrea sanguinolenta aunque también puede haber una infección asintomática.
Es de distribución cosmopolita y se encuentra principalmente en regiones tropicales y subtropicales, en aguas contaminadas y donde hay condiciones sanitarias pobres.
Puede hallarse en los viajeros a países poco desarrollados, en homosexuales varones y en pacientes con inmunocompromiso.

El diagnóstico se realiza hallando los quistes, los trofozoítos (que muchas veces pueden contener eritrocitos) en muestra seriada de heces.
En el aspirado de abscesos hepáticos se pueden encontrar trofozoítos. Se puede recolectar como muestra aspirado de líquido hepático, biopsia o material de proctoscopía.
El EIA para la demostración directa de antígenos de E. histolytica en materia fecal tiene una sensibilidad del 82% y una especificidad del 98%.
También se pueden realizar pruebas serológicas. Los tests serológicos se utilizan en laboratorios especializados de parasitología.
Debe obtenerse suero en la etapa aguda y convalesciente. Se utiliza para los pacientes que presentan amebiasis sistémica, el 99% con abscesos hepáticos amebianos presentan anticuerpos.
El test es poco sensible para detectar portadores asintomáticos. Los títulos persisten varios años y pueden ser utilizados en áreas endémicas para el seguimiento de la enfermedad.
Se utilizan diferentes técnicas: inhibición de la hemoaglutinación IHA, EIA, IFA.

Blastocystis hominis: Si bien su taxonomía es aún discutida se lo clasifica dentro del grupo de los protozoarios. Puede causar cuadros de diarrea crónica, siendo su vía de infección probablemente la vía fecal-oral.

Muestra: La búsqueda de los quistes se realiza en materia fecal seriada.

Flagelados:

Dientamoeba fragilis: Se sitúa en colon, no forma quistes y es causante de diarreas. La cantidad de parásitos eliminado varía de un día a otro.

Diagnóstico: En muestras frescas de materia fecal se realizan tinciones para visualizar los trofozoítos.

Giardia lamblia (actualmente Giardia intestinalis):
Es causante de infecciones en la población infantil, especialmente en guarderías, jardines de infantes, salas de recién nacidos.
También puede causar brotes importantes debido a la contaminación del agua, dado que el clorado habitual no los mata.
Puede transmitirse por alimentos contaminados y por vía sexual.
Suele producir un síndrome de malabsorción.
En la materia fecal el número de leucocitos es normal y generalmente no hay eosinofilia.
El diagnóstico de G. lamblia deberá realizarse en todo paciente con diarrea prolongada especialmente asociada con malabsorción o con pérdida de peso, niños que van a guardería, viaje a áreas endémicas y estilo de vida homosexual.

Muestra: debido a que la eliminación de parásitos no es constante se sugiere tomar muestra seriada de materia fecal. Algunas veces es necesario recurrir al sondeo duodenal, ya que el examen de las heces puede resultar negativo.
El hallazgo de trofozoítos o quistes en materia fecal constituye el diagnóstico de giardiasis.
Los tests para detección de antígenos de G. lamblia son: inmunofluorescencia (IFA) o ELISA. Tienen una sensibilidad del 85 al 98% y una especificidad del 90 al 100%.

Ciliados:

Balantidium coli: Las personas adquieren la infección ingiriendo carne de cerdo. La infección intestinal puede llegar a ser muy grave con ulceraciones del colon. Puede hallarse en las heces trofozoítos y la forma enquistada.

Coccidios:
Los más importantes son los géneros: Toxoplasma, Isospora, Sarcocystis, Cryptosporidium y Cyclospora

Isospora belli: Es causante de diarreas en el inmunocompetente. En los individuos inmunocomprometidos se produce una diarrea crónica y recurrente, especialmente en los pacientes con HIV en los cuales se disemina hacia nódulos linfáticos, hígado y bazo. Produce a veces cuadros de malabsorción.

El diagnóstico se realiza identificando los quistes en materia fecal o en biopsia, realizando un examen en fresco o con coloraciones ácido-resistentes.

Sarcocystis: La infección se adquiere al comer carne mal cocida o cruda.

El diagnóstico se realiza encontrando los oocitos esporulados en la materia fecal.

Cyclospora cayetanensis: Es causante de diarrea en pacientes con inmunocompromiso.

Diagnóstico: se realiza encontrando los quistes del parásito en las heces con coloraciones ácido-resistentes.

Cryptosporidium parvum: Es causante de diarrea acuosa en pacientes inmunocomprometidos que persiste durante meses, presentando un cuadro de mal estado general. Afecta principalmente el intestino delgado y el colon. Ocasionalmente se disemina al tracto respiratorio.
La criptosporidiosis extraintestinal puede verse en los pacientes con severo inmunocompromiso. En la criptosporidiosis diseminada se encuentra el microorganismo en especímenes pulmonares.
En las personas inmunocompetentes el cuadro se autolimita.
Cryptosporidium spp ha sido encontrado recientemente como causa de diarreas en niños que concurren a piletas de natación, ya que el clorado del agua no lo mata.

El diagnóstico se basa en hallar los organismos en muestra seriada de heces, en biopsias de intestino delgado o colon, en aspirados duodenales. Se realiza una coloración ácido-resistente (Kinyoun, Ziehl Neelsen modificado) o inmunofluorescencia directa con anticuerpos monoclonales.
Actualmente existen tests de ELISA y equipos de fluorescencia con anticuerpos monoclonales o técnicas combinadas de anticuerpos fluorescentes para la detección de Giardia y Cryptosporidium.


Cryptosporidium spp. en muestras de heces

Mycrosporidias : Su forma de transmisión es aparentemente a través de la ingestión de esporos. Pertenecen a este grupo de protozoarios el Enterocytozoon bieneusi (80-90% de los casos) y E. intestinalis.
Causan infección intestinal más frecuentemente en pacientes con SIDA, pero se han descripto casos en personas con otro tipo de inmunocompromiso.
En adultos y niños inmunocompetentes ocasiona una diarrea autolimitada. El cuadro clínico se caracteriza por diarreas acuosas, acompañadas de dolor abdominal, náuseas, vómitos y pérdida de peso.

El diagnóstico se realiza encontrando la microsporidia en materia fecal preferentemente seriada, aspirado duodenal o en biopsia de intestino delgado.
En enfermedad diseminada se lo halla en orina, LCR, lavado bronqueoalveolar (BAL), esputo, secreción conjuntival y nasal. También se pueden aislar en el árbol biliar, tracto respiratorio, en músculo y en infecciones de la córnea.
Se realizan coloraciones para su visualización (Tricrómicas modificada por Weber y col, con calco flúor, Ziehl Neelsen).


Helmintos intestinales:

1. Nematodes (gusanos cilíndricos)
2. Platelmintos (gusanos planos): Estos se dividen en Trematodes y Cestodes.

Es frecuente la presencia de eosinofilia cuando el parásito entra en contacto con los tejidos del huésped especialmente al principio de la infestación.
Es necesario para poder diagnosticar una parasitosis saber con certeza el ciclo vital, los tejidos que puedan estar involucrados, la distribución geográfica del parásito.

El diagnóstico definitivo se realiza por el hallazgo de una fase del parásito (huevo, larva- embrión o adulto). Algunas veces sólo puede obtenerse el diagnóstico definitivo por pruebas serológicas o por los datos clínicos del paciente.

NEMATODES
PLATELMINTOS
  TREMATODES CESTODES
Enterobius vermicularis
Trichuris trichura
Ascaris lumbricoides
Ancylostoma duodenale
Necator americanus
Strongyloides stercoralis
Trichostrongylus spp
Fasciola spp
Schistosoma spp
Taenia saginata
Taenia solium
Diphylidium caninum
Hymenolepis nana
Hymenolepis diminuta
Diphylobothrium spp

1. Nematodes:

Son los helmintos que más comúnmente parasitan al hombre. Se diagnostican por el hallazgo de huevos, larvas o gusanos adultos en la materia fecal.

Enterobius vermicularis: llamado habitualmente Oxyurus es el parásito más comúnmente hallado en los niños. La infestación se produce por la contaminación fecal-oral, ingestión de alimentos contaminados.
La hembra grávida emigra del ciego a la mucosa perianal, donde deposita los huevos durante la noche.
Pueden hallarse reacciones granulomatosas en lugares infrecuentes debido a la migración de las hembras, encontrándose huevos o parásitos muertos en útero, trompas de Falopio, cavidad peritoneal, en vagina o en orina.

El diagnóstico se realiza con el test de Graham por el hallazgo de huevos en la región perianal o vulvar.

Trichuris trichiura: Se transmite por la tierra consumiendo verduras de hoja mal lavadas, alimentos contaminados o debido a una inadecuada higiene de manos.
El elemento infectante es el huevo embrionado. Una vez ingerido, en el intestino se liberan las larvas y se transforman en gusanos adultos, de cuya cantidad depende las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Cuando el número de gusanos es grande (300) puede haber diarrea y llegar hasta parecer una disentería con moco, pus y sangre en la materia fecal.
En los niños puede producirse prolapso rectal.

El diagnóstico se establece mediante el hallazgo de huevos en las heces. La recolección se hace en forma seriada.

Ascaris lumbricoides: Se presenta especialmente en lugares donde las condiciones sanitarias son inapropiadas. Afecta principalmente a los niños, en los cuales puede producir obstrucción intestinal.
Se transmite por la ingesta de verduras y alimentos contaminados con tierra. Los parásitos adultos (macho y hembra) viven en el duodeno y en el yeyuno proximal.
Los parásitos pueden migrar al hígado y producir abscesos y obstrucciones. La migración hacia el apéndice puede dar apendicitis.

El diagnóstico se realiza encontrando los huevos en las heces o por el gusano adulto, los cuales pueden salir con las deposiciones o ser vomitados.
Foto 725

Uncinarias: Las dos especies causantes de enfermedad en el hombre son Ancylostoma duodenale y Necator americanus;
Las larvas filariformes pueden penetrar a través de la piel desde el suelo.
Las manifestaciones clínicas son variadas: escozor y enrojecimiento de la piel, síntomas gastrointestinales como diarrea.
Se produce una anemia debido a que el parásito produce laceración de la mucosa intestinal por lo tanto hay una pérdida de sangre constante.

El diagnóstico: se produce por el hallazgo de huevos en las heces. En muestras conservadas que no se miran rápidamente pueden encontrarse larvas libres.

Strongyloides stercolaris: Las larvas infestivas penetran por la piel. Se ubican en la mucosa del duodeno y yeyuno.
Las manifestaciones clínicas de esta parasitosis son variadas produciendo prurito en la piel y eosinofilia.
En los inmunosuprimidos la autoinfección interna se hace muy intensa (hiperinfección) siendo a menudo fatal.

Diagnóstico: En la materia fecal se encuentran larvas y no huevos.

2. CESTODES:

Diphyllobotrium latum (tenia de los peces): El hombre contrae la infección a través de la ingestión de pescado de agua dulce crudo, consumiendo peces secos o ahumados.
El auge de consumo de pescado crudo natural (ceviche, sushi) aumentó la infección por este parásito.
En un mismo paciente pueden coexistir múltiples tenias.
Generalmente la infección es asintomática, a veces se presentan síntomas abdominales, necesidad de ingerir sal, diarrea, o infección crónica que puede producir anemia perniciosa por deficiencia de vitamina B12

El diagnóstico se realiza hallando los huevos o los proglótides en la materia fecal.

Hymenolepis nana (tenia enana): La infección se produce por la ingestión de alimentos contaminados con materia fecal o fomites.
Puede transmitirse de una persona a otra.
Las condiciones sanitarias inadecuadas favorecen la infección por la vía fecal-oral.
En los niños es común la infección severa acompañada de cólicos abdominales, anorexia, vértigo y diarrea.

El diagnóstico se realiza encontrando los huevos del parásito en la materia fecal.

Taenia saginata (tenia de la vaca): Se contrae la infección comiendo carne de ganado vacuno mal cocida o cruda que contenga quistes del parásito.

El diagnóstico se hace por la aparición del parásito o los proglótides que pasan a las heces o migran activamente hacia el ano. También pueden hallarse los huevos.
Una de las técnicas para la recolección de la muestra es el escobillado anal o test de Graham.

Taenia solium: El hombre puede ingerir huevos de T. solium y desarrollar una infección tisular con quistes parasitarios que se conoce como cisticercosis.
Las personas que consumen carne de cerdo mal cocida o cruda que contenga quistes larvados infecciosos adquieren la T. solium en forma adulta. La infección es generalmente asintomática, puede haber fatiga, decaimiento y malestar intestinal.

El diagnóstico se realiza por un examen parasitológico de las heces, encontrándose los huevos del parásito.

Fasciola hepática: Es una zoonosis que se encuentra en las regiones donde se cría el ganado ovino
Los parásitos depositan los huevos en el árbol biliar. Los huevos pasan al intestino, luego se eliminan con las heces y finalizan su desarrollo en el agua.
La infección se contrae por la ingesta de vegetales acuáticos (berro).
En la fase inicial de la infección hay hepatomegalia, eosinofilia, fiebre. En la fase tardía puede haber colitis recurrente, obstrucción biliar.

El diagnóstico de laboratorio se basa en el hallazgo de huevos en la materia fecal o en la bilis.


Bibliografía:

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2- Microbiología Clínica. Diagnóstico parasitológico. Asoaciación Argentina de Microbiología. Colegio de Bioquímicos de la Provincia de Entre Ríos. Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas Universidad Nacional del Litoral.
3- Mandell, Douglas, Bennet. Editorial Panamericana. Enfermedades Infecciones 4° Edición, 1997.
4- Tietz N. W. Clinical Guide to Laboratory test, edited by W.B. Saunders Company, third edition, United States of America ,1995.
5- Lehmann C. A. Saunders Manual of Clinical Laboratory Science, W.B.Saunders Company, Philadelphia, first edition 1998.
6- Isenberg Henry. Essential Procedures for Clinical Microbiology. American Society for Microbiology.1998