Salvando vidas con emojis

Cuando uno habla de emojis la discusión empieza muy temprano: ¿son un lenguaje? De acuerdo con algunos lingüistas no, porque no tienen gramática, así que “no podemos combinarlos en unidades de significado más complejas”.

0
4130

Pero si definimos lenguaje como “un sistema de palabras o signos que las personas usan para expresar pensamientos y sentimientos”, los emojis tienen una oportunidad. Sean o no considerados un lenguaje, es innegable la manera en la que han transformado la manera en la que nos comunicamos.

Como cabía esperar, esta nueva forma de comunicación no la ha tenido fácil con la crítica. Por ejemplo, para Jonathan Jones, un reconocido crítico de arte inglés, “las cacas felices de los emojis” son un “gran paso atrás de la humanidad.” Por otro lado, hay quienes sostienen que posiciones como la de Jones solo defienden cierto “elitismo cultural” pues “afirmar que los emojis empobrecerán nuestra comunicación equivale a decir que usar expresiones
faciales en una conversación hace que tus ideas sean más difíciles de entender”.

Los emojis han sabido escoger sus batallas y, aunque han hecho mutis en esta discusión de lingüistas, han sido sensibles y tomado cartas en el asunto sobre el tema racial (en 2015, tomando como base la escala Fitzpatrick, se introdujeron 755 nuevos emojis para mostrar una mayor diversidad racial) y los distintos tipos de familia (de acuerdo con Emojipedia, Windows 10 soporta ¡52.000 combinaciones familiares!).

En febrero de este año, el Unicode Consortium, entidad sin fines de lucro responsable de determinar qué emojis se agregan cada año, puso la mira en un tema fundamental para la salud pública global: el emoji de mosquito.

Este símbolo fue propuesto el año pasado por el Centro para Programas de Comunicación de la Universidad Johns Hopkins y la Fundación Bill & Melinda Gates, con el propósito de “facilitar la comunicación acerca de los peligros para la salud pública del animal más peligroso de la Tierra: el mosquito”. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades transmitidas por vectores representan más de 17% de todas las enfermedades infecciosas, y provocan cada año más de 700.000 defunciones. Más de 3.900 millones de personas en más de 128 países corren el riesgo de contraer dengue, y cada año la malaria provoca más de 400.000 defunciones en todo el mundo, la mayor parte de ellas entre niños menores de cinco años.

El emoji de mosquito dará a los profesionales de la salud una forma rápida de comunicarse con el público sobre la presencia de mosquitos (que pueden transmitir malaria, fiebre zika, dengue, fiebre amarilla, etc.), y permitirá a los investigadores divulgar con mayor facilidad su trabajo en torno a las enfermedades que transmiten estos vectores.

Por su parte, el público en general podrá advertir a amigos y conocidos sobre sus picaduras y el emoji podrá sumarse a las alertas de salud pública y de fumigación comunitaria.

La iniciativa puede ser un primer paso para crear tantos otros emojis relacionados con la salud que hacen falta. ¿Cuándo veremos, por ejemplo, el emoji del condón?

Se espera que el emoji de mosquito comience a aparecer en los dispositivos móviles entre agosto y septiembre de este año.

Fuente: REC