La bioquímica ya no es binaria

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Si tenemos que hablar de los valores de referencia en el laboratorio, sin pensarlo mucho seguro vamos a nombrar dos grandes grupos: los de hombres y los de mujeres. Tal vez con un poco más de tiempo agregaríamos niños y embarazadas… ¿Pero ahí se termina la lista?

Pareciera que los análisis clínicos solo tienen resultados para hombres o para mujeres. Una especie de blanco o negro. Una bioquímica binaria, sin nada intermedio.

Pero sí, hay algo entre esos dos grupos. Algo que es probable no hayamos escuchado hablar durante el transcurso de nuestras carreras: la medicina transgénero.

La medicina transgénero, o medicina trans, cuida la salud de las personas que sienten una identidad de género diferente a la asignada al nacer.

El término persona trans se usa para expresar al conjunto de identidades de las personas que desarrollan, sienten y expresan un género diferente al sexo asignado al nacer. Engloba a travestis, transexuales y transgéneros. Y acá hay que aclarar que el género autopercibido es independiente de la orientación sexual.

“La persona no elige sentirse mujer u hombre, lo descubre. Ese descubrimiento se da en cualquier momento, infancia, adolescencia o en adultez.”

Afirma Patricia Otero

“El laboratorio cumple un rol importante en la medicina transgénero”, explica la Dra. Patricia Otero, bioquímica especialista en endocrinología y parte del Grupo de Atención a Personas Transgénero (GAPET), del Hospital Durand.

El GAPET nació en el 2005, cuando los servicios de endocrinología y urología comenzaron a atender a las personas transgénero que se acercaban al hospital. El Dr. Adrián Helien formalizó el grupo, y logró sumar otros servicios como ginecología, cirugía plástica, psicología, laboratorio, inmunología, fonoaudiología y el más reciente, pediatría.

Entrevistada por Radio El Microscopio, la Dra. Otero expresó: “La atención de las personas transgénero es un trabajo en equipo, multidisciplinario, donde debe intervenir el médico que indica la terapia hormonal, el especialista en salud mental, el psicólogo que acompaña en la transición. Los bioquímicos tenemos mucho contacto con estos pacientes y debemos brindarles confianza para que sigan haciéndose los controles.”

La Ley de identidad de género (Ley Nº 26.743 sancionada en el 2012) permite a las personas que sienten una identidad de género diferente a la asignada al nacer, que puedan cambiar su nombre, imagen y acceder a tratamientos (hormonales o quirúrgicos) que les permitan desarrollar la vida en función del género autopercibido. Además, todos los tratamientos deberán ser reconocidos por las obras sociales, prepagas y medicina pública.

En la atención a las personas trans es fundamental “hacer un buen asesoramiento y evaluación previa para determinar si está en condiciones de realizar el Tratamiento Hormonal Cruzado. Conocer los objetivos de la persona, y los límites que tiene ese tratamiento” aclaró Otero.

Bioquímica trans

Para el laboratorio es un desafío, desde el ingreso hasta la entrega del informe.

En la etapa pre analítica es fundamental que el personal administrativo esté entrenado. Son los que recibirán a los pacientes trans por primera vez. Llamarlos por el nombre de elección que figura en la orden médica (lo hayan o no cambiado en el DNI) “es una de las cosas que más los hace sentir cómodos” dice Otero.

Patricia enfatiza: “La atención recibida por el individuo trans tiene mucha influencia en que continúe el tratamiento o lo abandone. Además, es una población con tendencia a automedicarse, hay que tratar que se sienta bien para que se haga los controles.”

Las personas trans pueden elegir hacer una Terapia Hormonal Cruzada, un tratamiento en el que una trans mujer recibe estrógenos y un trans varón, testosterona. Esta hormonización deberá ser controlada desde el laboratorio de análisis clínicos.

Cuando se trata de interpretar los resultados “tenemos que saber que es un individuo trans. En la solicitud podemos leer que el diagnóstico dice: Terapia Hormonal Cruzada, trans varón o trans mujer y el tiempo de tratamiento”, indica la Dra. Otero. Además como la hormonización puede ser completa o parcial, conversar con el paciente ayudará a saber cuál es el objetivo, para poder validar los resultados obtenidos.

Patricia señala que “en la etapa post analítica, hay que tener precaución con los valores de referencia del informe. Los pacientes se pueden angustiar mucho al tratar de interpretar y ver que no se llegó a los resultados que buscaban. Se recomienda que en el informe figuren los valores de referencia masculinos y femeninos, para que el médico sea quien interprete los resultados”.

¿Cada cuánto se hacen controles?

La Dra. Otero explica que en principio los controles hormonales se hacen cada 3 o 6 meses durante los primeros dos años, y luego una vez por año. “Una vez que se logró el objetivo y se alcanzó la dosis adecuada que no provoca efectos indeseados, ahí ya se pueden hacer los controles una vez por año”, agrega.

La frecuencia de los chequeos también dependerá del objetivo final del paciente. Pueden aspirar a la hormonización completa, o sea llegar a valores fisiológicos del hombre o la mujer biológica. O bien, cuando logran los cambios deseados,

Niñez y adolescencia

La autopercepción de un género diferente al biológico puede realizarse a edades tempranas. Por eso, el GAPET tiene un grupo de trabajo específico para niñez y adolescencia, el Grupo de Atención de la Niñez y Adolescencia (GANAT). Este grupo con especialistas en pediatría surgió en 2015.

La Dra. Otero explica “Los menores siempre deben estar acompañados por los padres o tutores. En el caso de prépuberes se hace solo un acompañamiento psicológico. En la pubertad se hace un freno a las hormonas de la pubertad fisiológica, se espera a que tenga una afirmación del género correspondiente, entonces una vez que está definido se libera la pubertad con el género autopercibido.”

Patricia agrega: “En los jóvenes se logran mejores resultados con los tratamientos hormonales que en los adultos que ya pasaron la pubertad. La talla, tamaño de pies y manos, sí puede cambiarse cuando se hace el tratamiento para llegar al sexo autopercibido en adolescentes”.

La bioquímica trans se convierte en un nuevo tema para los profesionales de laboratorio. Un desafío que nos lleva a pensar que algunos resultados no pertenecen a un grupo u otro.

Un camino para abandonar la idea de una bioquímica binaria y comprender que existen otras posibilidades al interpretar los resultados de los análisis.

Desde nuestro lugar, será importante informarnos (y formarnos) para poder acompañar a que los pacientes trans logren el objetivo deseado y además ayudarlos a cuidar su salud en el proceso.

Autora: Bioq. Gabriela Mendicoa

La entrevista a la Dra. Patricia Otero en Radio El Microscopio se publicó el 3 de marzo de 2021 en el portal Infobioquimica. Puede escucharla desde este enlace: infobioquimica.com/new/2021/03/03/entrevista-con-la-dra-patricia-otero-argentina-aspectos-hormonales-y-metabolicos-en-la-medicina-transgenero

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