El análisis genético de los recién nacidos sanos ya es posible en China

Una empresa estadounidense ha levantado de nuevo la polémica sobre la potestad de los padres para analizar el genoma de los hijos al ofrecer pruebas genéticas dirigidas a los recién nacidos.

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Veritas Genetics, empresa cofundada por George Church y otros investigadores de la Universidad de Harvard, acaba de lanzar en China una prueba, denominada myBabyGenome, que analiza genes relacionados con el riesgo a desarrollar múltiples enfermedades genéticas de inicio temprano, la respuesta a fármacos y otras características físicas. La prueba, cuestionada por la comunidad científica estadounidense, no está aprobada en EE.UU., por lo que la empresa la ha lanzado primero en China.

myBabyGenome podría ayudar a identificar o prevenir ciertas condiciones en recién nacidos. Sin embargo, dónde termina la responsabilidad paterna y empieza el derecho del menor es un límite difuso y difícil de acotar. Por esta razón, el análisis del material hereditario de niños y adolescentes debe ser considerado de forma especialmente cuidadosa para garantizar su bienestar sin limitar su libertad individual.

myBabyGenome incluye el análisis de 954 genes relacionados con diversas condiciones humanas y respuesta a fármacos, extraídos de una lista publicada en Genetics in Medicine.  Estos genes son genes para los que existen evidencias de su participación en enfermedades de inicio temprano, genes relacionados con condiciones para las que una acción temprana en la infancia puede prevenir un efecto mayor en la edad adulta, y genes relacionados con la respuesta a medicación. Sin embargo, su objetivo no es diagnosticar a niños de los que se sospecha que tienen una condición, sino que se trata de una prueba de cribado genético.

La Sociedad Americana de Genética Humana no recomienda la secuenciación rutinaria de los genomas de niños sanos y ha publicado una serie de recomendaciones sobre la secuenciación clínica de niños y adolescentes,  en las que resalta las diferentes implicaciones éticas, legales y psicosociales que pueden derivarse del análisis genético de los menores de edad.  Por otra parte, Veritas Genetics considera que el análisis genético a recién nacidos es imparable. “Muchos profesionales están de acuerdo en que es sólo una cuestión de tiempo que analicemos a cada niño,” manifiesta Jonathan Zhao, cofundador de la empresa y responsable de Veritas en China. “La pregunta es cómo introducimos este esfuerzo de forma responsable y ética. Veritas está tomando el primer paso hacia establecer un producto clínicamente útil para la secuenciación de recién nacidos.”

En su nota de prensa la empresa destaca que myBabyGenome necesitará de una autorización médica para poder realizarse y será llevada a cabo únicamente en laboratorios certificados. El ADN se obtendrá a partir de las células de la mucosa bucal obtenidas por un método no invasivo. Una vez obtenidos e interpretados los resultados, los padres y los profesionales médicos responsables recibirán el informe electrónico correspondiente. Además, en el caso de que se identifiquen variantes genéticas relacionadas con condiciones clínicas, los resultados serán comunicados a través de un asesor genético de la empresa, en colaboración con el pediatra responsable del niño.

Las variantes genéticas relacionadas con condiciones patológicas incluidas en la prueba proceden de una lista del proyecto BabySeq, financiado por el Sistema Nacional de Salud de EE.UU. Este proyecto, destinado a explorar los beneficios y limitaciones de la utilización de la secuenciación genómica en recién nacidos, realiza el seguimiento de las experiencias de 240 niños, sus padres y pediatras en relación a la información genética. Robert C Green, el propio director del proyecto BabySeq ha sido reclutado por Veritas Genetics como asesor médico y científico. “Creo que con el tiempo secuenciar el genoma completo será una parte natural y necesaria de la experiencia sanitaria de cada paciente,” señala Green. “Estoy emocionado de aconsejar a una nueva compañía en este terreno.”

Referencias:

Fuente: Revista Genética Médica